Sunday of the Word of God 2025 | Domingo de la Palabra de Dios 2025

January 19

 

Pope Francis established the third Sunday of Ordinary Time as Sunday of the Word of God in 2019. Why, you might wonder, did our Pope feel it important to do the work involved to have this day dedicated to the Word of God in the church calendar? Aren’t the readings at every Mass a constant reminder? 

In our personal lives, we celebrate life-changing events like birthdays and anniversaries. We reflect upon the special nature of that relationship and the importance of that event in our lives. These often serve as days of renewed commitment, a burst of energy focused on that relationship and an opportunity to reflect upon the importance of that relationship in our lives. By focusing upon the importance of the meaning of this day and these relationships, we strengthen the bonds of love, often reconnecting with the joy that began on that special day.

Let us approach Sunday of the Word of God like these celebrations. The Word of God is a living and active part of our relationship with the Holy Trinity. The Word of God is how our Father speaks to us. The Word of God is how Jesus continues to speak His love for us, His commitment to us and His teachings of how we are to live if we are to follow Him. Through the Holy Spirit, hearts are touched and transformed by the words in the Bible which is the Heart of God Himself talking to us. The Word of God, contained in the Holy Bible, is our inheritance as Catholic Christians, a living inheritance that never stops enriching our lives. 

This year on the Sunday of the Word of God, give God the gift He longs for: your heart. Time together. Renewed commitment. Your gratitude for all received from Him as a gift. Thank Jesus for His sacrifice and your personal road to Emmaus where He speaks to you about your journey with Him and His role in your life. Beginning on this day and through the year, ask yourself as you hear or read the Word of God: What does Jesus love? What moves Jesus? Why is this challenging me? Am I honoring our relationship? How can I more fully embrace the power of the Word of God in my life? Am I willing to allow His Word to transform my heart to reflect the Heart of Christ in me?

Peace.

Kathy Reid

 

Español

 

El Papa Francisco estableció el tercer domingo del Tiempo Ordinario como Domingo de la Palabra de Dios en 2019. ¿Por qué, se preguntarán, nuestro Papa consideró importante hacer el trabajo necesario para que este día esté dedicado a la Palabra de Dios en el calendario de la iglesia? ¿No son las lecturas de cada misa un recordatorio constante?

En nuestra vida personal, celebramos eventos que cambian la vida, como los cumpleaños y aniversarios. Reflexionamos sobre la naturaleza especial de esa relación y la importancia de ese evento en nuestras vidas. Estos a menudo sirven como días de compromiso renovado, una explosión de energía centrada en esa relación y una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de esa relación en nuestras vidas. Al centrarnos en la importancia del significado de este día y estas relaciones, fortalecemos los lazos de amor, a menudo reconectándonos con la alegría que comenzó en ese día especial.

Abordemos el Domingo de la Palabra de Dios como estas celebraciones. La Palabra de Dios es una parte viva y activa de nuestra relación con la Santísima Trinidad. La Palabra de Dios es cómo nuestro Padre nos habla. La Palabra de Dios es la manera en que Jesús continúa manifestando su amor por nosotros, su compromiso con nosotros y sus enseñanzas sobre cómo debemos vivir si queremos seguirlo. A través del Espíritu Santo, los corazones son tocados y transformados por las palabras de la Biblia, que es el Corazón de Dios mismo que nos habla. La Palabra de Dios, contenida en la Santa Biblia, es nuestra herencia como cristianos católicos, una herencia viva que nunca deja de enriquecer nuestras vidas.

Este año, en el Domingo de la Palabra de Dios, dale a Dios el regalo que Él anhela: tu corazón. Tiempo juntos. Compromiso renovado. Tu gratitud por todo lo que recibiste de Él como regalo. Agradece a Jesús por Su sacrificio y tu camino personal a Emaús, donde Él te habla sobre tu viaje con Él y Su papel en tu vida. A partir de este día y durante el año, pregúntate a ti mismo mientras escuchas o lees la Palabra de Dios: ¿Qué ama Jesús? ¿Qué mueve a Jesús? ¿Por qué esto me desafía? ¿Estoy honrando nuestra relación? ¿Cómo puedo abrazar más plenamente el poder de la Palabra de Dios en mi vida? ¿Estoy dispuesta a permitir que Su Palabra transforme mi corazón para reflejar el Corazón de Cristo en mí?

Paz.

Kathy Reid

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