Forming Consciences for Faithful Citizenship - Part 6 | Formar conciencias para una ciudadanía fiel - Parte 6
Sept. 1
Dear Families and Friends of St. Francis Xavier Parish,
Continuing our look at the USCCB document, “Forming Consciences for Faithful Citizenship,” two quick things up front: (1) Bishop Senior informed the priests that he will soon be publishing a letter encouraging the faithful to read this document in preparing to vote, so kudos to us for being ahead; and (2) thank you to those who have responded to this series. One of my favorite comments has been, “At the very least, I would hope every thoughtful Catholic voter would feel a measure of discomfort in voting. No perfect choices and yet we must choose.” Yes.
Today we are finishing the question, “What Does the Church Say About Catholic Social Teaching in the Public Square?” and we’re looking at the last two of the four pillars of Catholic Social Teaching: (1) The Dignity of the Human Person, (2) Subsidiarity, (3) The Common Good, and (4) Solidarity.
While many philosophies promote “the greater good,” the Church promotes serving “the common good.” In service of the greater good, one can violate the rights of the few to serve the many, wrongfully violating against the few. You might consider “the Caiphas principle,” in which the high priest Caiphas counseled the Sanhedrin, “It is better for one man to die for the people than for the whole nation to be destroyed." The basic principle of the common good is that human dignity cannot be weighed and measured. This is related to an earlier principle we discussed: the end does not justify the means.
Another aspect of the common good refers to sum of societal conditions which help the society, and groups and individuals within the society, to flourish. For example: justice, safety, religious freedom, healthcare, dignified work, and healthy natural resources.
The last of these four pillars is “solidarity,” which is similar here to its common use: to stand together with others, particularly with those who are vulnerable and needy in society. For example, workers’ unions. Or solidarity across social boundaries such as class, wealth, race, sex, etc. with advocacy, support, and love.
God bless you and your families,
Fr. Kelley
Español
Estimadas familias y amigos de la parroquia de San Francisco Javier:
Continuando con nuestro análisis del documento de la USCCB “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles”, dos cosas rápidas para empezar: (1) el obispo Senior informó a los sacerdotes que pronto publicará una carta alentando a los fieles a leer este documento para prepararsen a votar, así que felicitaciones por habernos adelantado; y (2) gracias a quienes han respondido a esta serie. Uno de mis comentarios favoritos ha sido: “Por lo menos, espero que cada votante católico con reflexión, sienta cierta incomodidad al votar. No hay opciones perfectas y, sin embargo, debemos elegir”. Sí.
Hoy estamos terminando la pregunta “¿Qué dice la Iglesia sobre la enseñanza social católica en el ámbito público?” y estamos analizando los dos últimos de los cuatro pilares de la enseñanza social católica: (1) La dignidad de la persona humana, (2) la subsidiariedad, (3) el bien común y (4) la solidaridad.
Mientras que muchas filosofías promueven “el bien mayor”, la Iglesia promueve servir “al bien común”. Al servicio del bien mayor, uno puede violar los derechos de unos pocos para servir a muchos, violando injustamente a unos pocos. Podrías considerar el “principio de Caifás”, en el que el sumo sacerdote Caifás aconsejó al Sanedrín: “Es mejor que un hombre muera por el pueblo, a que toda la nación sea destruida”. El principio básico del bien común es que la dignidad humana no se puede pesar ni medir. Esto está relacionado con un principio que discutimos anteriormente: el fin no justifica los medios.
Otro aspecto del bien común se refiere a la suma de condiciones sociales que ayudan a la sociedad, y a los grupos e individuos dentro de la sociedad, a prosperar. Por ejemplo: la justicia, la seguridad, la libertad religiosa, la atención médica, el trabajo digno y los recursos naturales saludables.
El último de estos cuatro pilares es la “solidaridad”, que es similar aquí a su uso común: permanecer unidos con los demás, en particular con aquellos que son vulnerables y necesitados en la sociedad. Por ejemplo, los sindicatos de trabajadores. O la solidaridad a través de las fronteras sociales como la clase, la riqueza, la raza, el sexo, etc. con defensa, apoyo y amor.
Dios los bendiga a ustedes y a sus familias,
Padre Kelley