Humbly Respect the Mysteries of our Faith | Respetar humildemente los misterios de nuestra fe
November 17
Dear Families and Friends of St. Francis Xavier Parish,
"But of that day or hour, no one knows, neither the angels in heaven, nor the Son, but only the Father."
Jesus affirms that the Father and Son are one, so it’s a challenge to resolve the tension we know about the Holy Trinity with this phrase that there is something that the Father knows but that the Son does not know.
I’ve seen three dominant explanations all the way back to the Church Fathers, and even consulting some non-Catholic sources.
The first is that this was part of the humble self-emptying out of the Son as He accepted the limitedness of our humanity. This is supported by the earlier scripture verse when Jesus was a child that “He grew in wisdom,” so He who is Wisdom incarnate did not know all things in his incarnate nature.
The second is related, which is that Christ in his incarnation had two natures, human and divine. So, in His divinity, of course He knows all things, and knows all that the Father knows. But in His humanity, He does not know all things, and so does not know the day of judgment, even though the Father has given Him to reveal the signs and events that will precede it.
And the third one is related to that, is that it was not the time for humanity to know, and don’t even inquire about the day. So, it was part of the mystery of revelation. But to say that Jesus actually does know sounds like he’s lying if he says that he does not know. And I’m very sure Jesus isn’t going to lie.
So while I really wanted to have a good solid answer to this mystery, to be honest I didn’t find any of the answers compelling, and many modern commentators have felt the same way. Sometimes we have to humbly “respect the mystery,” as one of my professors often said. There are some mysteries that humanity might someday understand, and some mysteries are just beyond our limited human capacity. Maybe some future generation will unlock this mystery, or perhaps it will take until that final day.
God bless you and your families,
Fr. Kelley
Español
Estimadas familias y amigos de la parroquia San Francisco Javier:
"Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, solamente el Padre".
Jesús afirma que el Padre y el Hijo son uno, por lo que es un desafío resolver la tensión que sabemos sobre la Santísima Trinidad con esta frase de que hay algo que el Padre sabe pero que el Hijo no sabe.
He visto tres explicaciones dominantes desde los Padres de la Iglesia, e incluso consultando algunas fuentes no católicas.
La primera es que esto era parte del humilde despojo del Hijo al aceptar las limitaciones de nuestra humanidad. Esto está respaldado por el versículo anterior de las Escrituras cuando Jesús era un niño que "crecía en sabiduría", por lo que Él, que es la Sabiduría encarnada, no sabía todas las cosas en su naturaleza encarnada.
La segunda está relacionada, y es que Cristo en su encarnación tenía dos naturalezas, humana y divina. Así que, en Su divinidad, por supuesto que Él sabe todas las cosas, y sabe todo lo que el Padre sabe. Pero en Su humanidad, Él no sabe todas las cosas, y por lo tanto no sabe el día del juicio, a pesar de que el Padre le ha dado para revelar las señales y los eventos que lo precederán.
Y el tercero está relacionado con eso, es que no era el momento para que la humanidad supiera, y ni siquiera preguntara acerca del día. Así que era parte del misterio de la revelación. Pero decir que Jesús realmente sabe, suena como si estuviera mintiendo si dice que no sabe. Y estoy muy seguro de que Jesús no va a mentir.
Así que, aunque realmente quería tener una buena y sólida respuesta a este misterio, para ser honesto, no me convenció ninguna de las respuestas, y muchos comentaristas modernos han sentido lo mismo. A veces tenemos que humildemente “respetar el misterio”, como decía a menudo uno de mis profesores. Hay algunos misterios que la humanidad podría algún día entender, y algunos misterios están más allá de nuestra limitada capacidad humana. Tal vez alguna generación futura desvele este misterio, o tal vez sea necesario esperar hasta ese día final.
Que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias,
Padre Kelley