Forming Consciences for Faithful Citizenship - Part 15 | Formar conciencias para una ciudadanía fiel - Parte 15
November 3
Dear Families and Friends of St. Francis Xavier Parish,
I had intentionally planned this extra week between finishing the USCCB “Forming Consciences for Faithful Citizenship” and our elections this Tuesday, to provide a sort of summary reflection. In God’s providence, a parishioner this past week gave me a prayer that he had encountered, proposing it as a fitting capstone to our series. While I appreciate much of it, I would instead like to propose my adaptation of that prayer. Let us be united in commending our election and our nation to God through the intercession of our national patron saint, the Immaculate Conception:
Mary Immaculate, Queen of heaven and earth, national patroness of the United States of America, mindful of our own sinfulness and the sins of our nation, we come to you, our refuge and intercessor.
Knowing that our country cannot be saved by our own works, and mindful of how much our nation has departed from the Way of your Son, we humbly ask that you graciously turn your eyes of mercy upon our country to bring about its conversion, that it may enjoy the heavenly benefits of a right and just society.
We consecrate to you the integrity of the upcoming election and its outcome, so that what is spiritually best for the people of our country may be accomplished, and that those who are elected would govern and serve according to the spiritual and moral principles which will bring our nation into conformity with the teachings of your Son.
Give grace to the citizens of this land so that they will choose leaders according to His Sacred Heart, that His glory may be made manifest. May we shine personally and nationally with virtues of prudence, justice, temperance, courage, integrity, piety, humility, compassion, and love of others as God has loved us.
Trusting in the providential care of God the Father and your maternal care, we have perfect confidence that you will take care of us. O Mary Immaculate, and also under the title of Our lady of Guadalupe, patroness of the Americas, pray for us. Amen.
God bless you and your families,
Fr. Kelley
Español
Estimadas familias y amigos de la parroquia San Francisco Javier:
Había planeado intencionalmente esta semana adicional entre la finalización del curso “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles” de la USCCB y nuestras elecciones este martes, para brindar una especie de reflexión resumida. En la providencia de Dios, un feligrés la semana pasada me dio una oración que había encontrado y la propuso como una piedra angular adecuada para nuestra serie. Aprecio partes de la oración, pero me gustaría proponer mi adaptación. Unámonos para encomendar nuestra elección y nuestra nación a Dios a través de la intercesión de nuestra santa patrona nacional, la Inmaculada Concepción:
María Inmaculada, Reina del cielo y de la tierra, patrona nacional de los Estados Unidos de América, conscientes de nuestra propia pecaminosidad y de los pecados de nuestra nación, venimos a ti, nuestro refugio e intercesora.
Sabiendo que nuestro país no puede salvarse por nuestras propias obras, y conscientes de lo mucho que nuestra nación se ha apartado del Camino de tu Hijo, humildemente te pedimos que mires con misericordia a nuestro país para lograr su conversión, para que pueda disfrutar de los beneficios celestiales de una sociedad justa y correcta.
Te consagramos la integridad de las próximas elecciones y su resultado, para que se pueda lograr lo que es espiritualmente mejor para el pueblo de nuestro país, y que los que sean elegidos gobiernen y sirvan de acuerdo con los principios espirituales y morales que pondrán a nuestra nación en conformidad con las enseñanzas de tu Hijo.
Concede gracia a los ciudadanos de esta tierra para que elijan líderes según Su Sagrado Corazón, para que Su gloria se manifieste. Que brillemos personal y nacionalmente con virtudes de prudencia, justicia, templanza, coraje, integridad, piedad, humildad, compasión y amor al prójimo como Dios nos ha amado.
Confiando en el cuidado providencial de Dios Padre y en tu cuidado maternal, tenemos la perfecta confianza de que cuidarás de nosotros. Oh María Inmaculada, y también bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Américas, ruega por nosotros.
Amén.
Que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias,
Padre Kelley