Forming Consciences for Faithful Citizenship - Part 8 | Formar conciencias para una ciudadanía fiel - Parte 8
September 15
Dear Families and Friends of St. Francis Xavier Parish,
“While people of good will may sometimes choose different ways to apply and act on some of our principles, Catholics cannot ignore their inescapable moral challenges or simply dismiss the Church's guidance… that flow from these principles.”
Continuing our look at the USCCB document, “Forming Consciences for Faithful Citizenship,” today we begin the second half, titled, “Applying Catholic Teaching to Major Issues: A Summary of Policy Positions of the USCCB.” In this part, they discuss specific political issues that call from us a particularly Catholic response. This response, as we have said, is to apply what we know by the light of faith to be true. And knowing the truth, we do not have the option to put that truth aside in our political thinking.
The first three of these points are Human Life, Promoting Peace, and Marriage and Family Life. These points are explained more fully in the original.
Abortion, the deliberate killing of a human being, is never morally acceptable (which is different than medical care that may result in the unintended death of the child). Cloning and destruction of human embryos for research are always wrong. Assisted suicide and euthanasia may seem like an act of mercy, but again, we cannot intentionally end a human life. This includes the death penalty.
Catholics must also work to avoid war and to promote peace. Catholic tradition recognizes the legitimacy of using force when defending the innocent in the face of grave evil, but we must never lose sight of the cost. The moral law does not change in wartime conditions. Torture, terrorism, and disproportionate use of force are all moral evils, regardless of any benefit.
Marriage must be defined, recognized, and protected as a lifelong exclusive commitment between a man and a woman. Employees should receive wages to be able to support their family with appropriate dignity. Support programs should aim toward independence. Children are to be welcomed, protected, and nurtured.
God bless you and your families,
Fr. Kelley
Español
Estimadas familias y amigos de la parroquia de San Francisco Javier:
“Si bien las personas de buena voluntad pueden a veces elegir diferentes formas de aplicar y actuar de acuerdo con algunos de nuestros principios, los católicos no pueden ignorar sus inevitables desafíos morales o simplemente descartar la orientación de la Iglesia…que fluye de estos principios”.
Continuando con nuestro análisis del documento de la USCCB “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles”, hoy comenzamos la segunda parte, titulada “Aplicación de la enseñanza católica a los problemas principales: un resumen de las posiciones políticas de la USCCB”. En esta parte, se analizan cuestiones políticas específicas que exigen de nosotros una respuesta particularmente católica. Esta respuesta, como hemos dicho, consiste en aplicar lo que sabemos por la luz de la fe que es verdad. Y conociendo la verdad, no tenemos la opción de dejar esa verdad de lado, en nuestro pensamiento político.
Los primeros tres de estos puntos son la vida humana, la promoción de la paz y el matrimonio y la vida familiar. Estos puntos se explican con más detalle en el original.
El aborto, el asesinato deliberado de un ser humano, nunca es moralmente aceptable (lo cual es diferente de la atención médica que puede resultar en la muerte no deseada del niño). La clonación y la destrucción de embriones humanos para la investigación siempre están mal. El suicidio asistido y la eutanasia pueden parecer un acto de misericordia, pero, repito, no podemos terminar intencionalmente con una vida humana. Esto incluye la pena de muerte.
Los católicos también deben trabajar para evitar la guerra y promover la paz. La tradición católica reconoce la legitimidad del uso de la fuerza cuando se defiende a los inocentes frente a un mal grave, pero nunca debemos perder de vista el costo. La ley moral no cambia en condiciones de guerra. La tortura, el terrorismo y el uso desproporcionado de la fuerza son todos males morales, independientemente de cualquier beneficio.
El matrimonio debe definirse, reconocerse y protegerse como un compromiso exclusivo de por vida entre un hombre y una mujer. Los empleados deben recibir salarios para poder mantener a su familia con la dignidad adecuada. Los programas de apoyo deben aspirar a la independencia. Los niños deben ser bienvenidos, protegidos y cuidados.
Dios los bendiga a ustedes y a sus familias,
Padre Kelley